Desde Fisioterapia de la Serna, queremos hablar de algo muy útil para el acúfeno, LA TERAPIA DEL DESCANSO AUDITIVO.
Lo primero, cómo hacemos siempre, es recordar que entendemos por acúfeno, como hablamos en otro post: como «una alteración del sistema nervioso, que produce una percepción de sonidos y/o zumbidos, sin que exista realmente un estímulo externo que lo produzca, es decir, los percibe únicamente la persona afecta».
Este acúfeno puede ser de distintos grados. Unas veces tan fuertes que alteran la normal audición, otras tan bajo que no se percibe y otras se oye, pero no molesta. Así mismo, tiene muchas causas de posible origen.
Entre las formas que tenemos de intentar mejorar el acúfeno, tenemos la fisioterapia de la articulación temporomandibular (ATM), el TRT, psicología y la terapia del descanso auditivo, entre otras.
Esta última que nos ocupa hoy, se ha demostrado como muy eficaz y no consiste más que en tener silencio. Aunque no sea tal silencio, el paciente lo percibe como tal, lo que le ayuda en la percepción del acúfeno.
Así, tener unos espacios de estar y actividades de tranquilidad, poco ruido, poco estrés, mejora la salud auditiva del acúfeno o tinnitus. Por ello aunque no tengamos silencio absoluto, no es el objetivo último, tener poco ruido y que éste sea bajo o agradable y de baja intensidad. Sino es posible, intentar, mediante la discriminación auditiva, concentrarnos en un determinado sonido, para discriminar los demás.
La discriminación auditiva es separar e identificar los ruidos que oímos a nuestro alrededor. Así al centrarnos en los sonidos externos, cada vez percibimos menos el acúfeno, por lo que vamos aprendiendo a evitar y oír cada vez menos el acúfeno.
Obviamente, todo esto, requiere de un entrenamiento, una constancia, un ensayo error, que debemos conocer, para no venirnos abajo y tirar la toalla. Debemos tener en cuenta:
– Disminuir los grandes ruidos y controlarlos, para ganar tiempo de silencio.
– Centrarnos en el ruido externo, para así ir percibiendo menos, al no estar pendientes, el ruido interno, el acúfeno.
– Centrarnos en alguna tarea, que haga que seamos menos conscientes también del ruido externo.
A conseguir todo esto nos ayudará:
– Hacer ejercicio.
– Ejercicios de relajación.
– Dieta rica en magnesio, calcio, zinc, omega 3, vitaminas antioxidantes A y C, etc.
– Pedir ayuda a un especialista, como un psicólogo.
Esperamos haberos ayudado a entender esta técnica y que os ayude a luchar contra el acúfeno. ¿Nos contáis vuestras experiencias?
Desde Fisioterapia de la Serna, esperamos que os sean de utilidad. Para más información, contacta con nosotros en fisioterapiadelaserna@gmail.com.