Desde Fisioterapia de la Serna, en nuestra línea de favorecer la práctica deportiva y evitar o disminuir los efectos de las lesiones, queremos hablar de una lesión muy común y muy tediosa para el corredor, ya que requiere en muchos casos dejar de correr por completo unos días.
La periostitis tibial tiene lugar debido a una serie de factores, como puede ser: uso de mal calzado, desequilibrio muscular entre la parte posterior de la pierna (soleo y gemelo) y anterior (tíbiales y peroneos) o falta de estiramiento de los músculos, correr por superficies demasiado duras (asfalto, ciudad…), etc. Siendo causas en muchas ocasiones evitables, con buena elección de calzado, ejercicios, estiramientos, como os enseñamos en otros post. Todo esto, puede producir una inflamación de la capa que recubre el hueso, que es el periostio y que es muy doloroso.
La tibia es el hueso que soporta más peso del cuerpo, tiene poca protección muscular y es muy vulnerable a las lesiones por sobre esfuerzo. Los excesos al inicio de temporada, las carreras urbanas, cuestas abajo, grandes esfuerzos repentinos, etc. Además de favorecer la periostitis y poder ser causantes, si se continua con estas actividades a pesar de tener síntomas de periostitis (banderas amarillas que halamos en consulta) corremos el riesgo de si el dolor se concentra en un punto muy concreto puede producirse una fractura por estrés.
Una vez que haya aparecido la periostitis, lo mejor será parar rápido, para que no avance más el problema, poner hielo y estirar bien la zona. Si no hay dolor, intenta caminar para probar la zona, ver que no hay dolor y ha cesado el problema, de forma paulatina, por terreno blando y con buen calzado y siempre que no sea contraindicado por un especialista.
RECUERDA:
-Disminuir la intensidad del ejercicio.
-Realizar el ejercicio en lugares blandos.
-Aplicación de hielo.
-Estiramientos de la musculatura de la cadena posterior.
-Tratamiento de los puntos gatillo musculares (con punción seca o presión digital) y masaje
-Vendaje compresivo con tape inelástico para limitar las vibraciones en la tibia.
También se puede recurrir a medias compresivas que si bien son menos eficaces si son más fáciles de usar.
-Aplicación de antiinflamatorios (según prescripción médica).
-Plantillas ortopédicas y zapatillas con buena capacidad de absorción de impactos.
RECOMENDACIONES:
-Evitar terrenos duros.
-Incrementar la intensidad y el volumen del entrenamiento de forma progresiva.
-Hacer estiramientos (sobre todo gemelo y soleo).
-Valoración de la pisada y biomecánica del pie por sí¬ fuera necesario corregirlo.
-Fortalecimiento del tibial anterior.
-Aplicación de frió ante cualquier molestia y consultar con su especialista.
Así, una vez pasado del todo el problema, recuerda, buena técnica, buen calzado, superficie adecuada y buen estiramiento y evitaremos recaídas u otros problemas posibles.
¿Has tenido alguna vez una periostitis? ¿Te ha sido muy doloroso? ¿Te trato algún fisioterapeuta o te dieron consejos? Esperamos vuestros comentarios.
Desde Fisioterapia de la Serna, esperamos que os sean de utilidad. Para más información, contacta con nosotros en fisioterapiadelaserna@gmail.com.
1 Comment
Fisiodelasernaoctubre 17, 2014 at 9:05 am
Justo me diagnosticaron esto la semana pasada!! Me relaja leerlo!!