El otro día, hablando con mi sobrina de 20 años, que le queda un año y medio para acabar la carrera, le pregunté que si tenía ganas de empezar a trabajar y me contestó: “tío, tengo muchas ganas, pero es muy difícil encontrar un trabajo tan vocacional, tan humano y con el que alguien disfrute tanto, como lo haces tú con el tuyo”. Ésta respuesta, explica mucho de porque soy y porque quiero ser cada día FISIOTERAPEUTA.

Desde Fisioterapia de la Serna, siempre hemos tenido clara nuestra vocación de servicio, de entrega, la obligación empática de cara a los pacientes, así como nuestra obligación de estar siempre formados en las últimas técnicas y formas de tratamiento, para ofrecer el mejor servicio a nuestros pacientes.

Y lo hacemos de buen grado, porque al final, es mucho mayor la recompensa que recibimos cada vez que curamos a alguien, te llaman o vienen a darte las gracias a la consulta porque les has «devuelto la vida» después de años de dolor, angustia por no tener claro que tenían, por el trato que les has dado, quitarles una duda o hacer ver que algo que agobiaba no era para tanto, etc.

Y es que el ser paciente, conlleva muchas dudas, agobios, incertidumbres, etc. Que nunca debemos olvidar, ni infravalorar, aunque sea un dolor de dedo. ¿Cuántas veces va un paciente a una consulta (a mi me ha pasado) y sale con la sensación de que te querían «despachar»? Eso no sólo es injusto, sino que hace perder una de las bases en la relación paciente-fisioterapeuta (sanitario).

Confianza que es tan fuerte en muchos casos, que a veces la frontera entre ser fisioterapeuta, psicólogo, confesor, confidente, amigo… es a veces irreconocible, como me ha pasado a mi cuando he sido paciente.

Es tan gratificante la respuesta de agradecimiento de muchos pacientes, que eso compensa cualquier esfuerzo y renuncia. Es tan especial, que hace cada día de mi vida, renueve mis ganas y vocación de ser fisioterapeuta y poder curar cada día.

El ser sanitario, tiene muchas renuncias, uno de nuestras lemas es que «el dolor es aquí y ahora», por eso siempre nos gusta poder tratar a nuestros pacientes en el menor tiempo posible, lo que conlleva fines de semana o fiestas con urgencias, llamadas en días festivos por problemas de pacientes o con los pacientes mayores que a veces se agobian.

Fines de semana de curso, máster, charlas, estudio, que es tiempo invertido en lo que más nos gusta, pero que a veces se nos ocurren planes mejores, etc. Y otras muchas renuncias, que de buen grado hacemos.

Por eso doy gracias a todos mis pacientes, compañeros, profesores y familia que me habéis hecho llegar hasta aquí y a mí mujer que me entiende, apoya y animada cada día.

Desde Fisioterapia de la Serna esperamos que os haya gustado este post.

Comparte este articulo:

1 Comment

Fisiodelasernamarzo 23, 2015 at 8:52 am

Creo que hay poco más que añadir! Enhorabuena por disfrutar tanto lo que haces y a tus pacientes que siempre estarán en buenas manos

 Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.